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Informe

DISCAPACIDAD POR SINIESTROS: UNA CONSECUENCIA INVISIBLE

Si bien los siniestros de tránsito constituyen una de las primeras causas de muerte, la discapacidad como consecuencia de los mismos es una problemática insoslayable y no menor en nuestro país. No se refleja ni en los partes policiales, ni en los medios de comunicación, pero aquellos que en un primer momento aparecen como heridos graves, luego serán considerados personas con discapacidad. Representan el 30% de los lesionados graves en el tránsito y son también los que más contribuyeron a engrosar el índice de discapacidad en el país.

Los datos del Censo 2010, difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), muestran las discapacidades prevenibles. Estas son las relacionadas con lesiones externas, principalmente con los siniestros de tránsito, accidentes de hogar y de trabajo. El relevamiento nacional de 2001 mostró que el 7,1% de la población presentaba alguna dificultad, mientras que en la actualidad esa cifra creció casi seis puntos; es decir que se incrementó en un 45%.

La posibilidad de formar parte de un siniestro siempre se ve como algo lejano, como algo que le ocurrirá a “otro”. Sin embargo, nadie se encuentra exento de quedar con alguna limitación permanente a causa de un hecho vial, que en la mayoría de las ocasiones podría haber sido evitable.

Las causas y las consecuencias de los traumatismos resultantes del tránsito son múltiples y complejas, no sólo a nivel físico, sino también psicológico, cultural, social.
Entidades argentinas especializadas en el tema coinciden en afirmar que cerca de 15.000 personas por año quedan con alguna discapacidad permanente en el país, como consecuencia de traumatismos resultantes del tránsito. Esto equivale a aproximadamente el doble de las que mueren en ese tipo de siniestros. Es decir, por cada muerte en una colisión en las vías de tránsito, dos personas quedan con secuelas graves, sin poder continuar con su vida laboral y social; y con secuelas moderadas.

También es importante destacar el alto costo económico que conllevan para los sistemas de salud pública los tratamientos de rehabilitación de las personas lesionadas.
En el informe preparado para las Naciones Unidas, la OMS calculaba que los costos económicos de los traumatismos causados por el tránsito ascienden a US$ 518 mil millones por año.

En los países en desarrollo, los costos se calculan en cerca de US$ 100 mil millones: dos veces el monto anual de la ayuda a los países en desarrollo. Así, las tendencias indican que, de no aumentar la eficacia de las acciones preventivas, no sólo por parte del estado, sino también de cada ser humano, los traumatismos causados por el tránsito seguirán aumentando y se convertirán en una crisis mundial de salud pública.

POLÍTICAS DE PREVENCIÓN DE SINIESTROS VIALES

La Agencia Provincial de Seguridad Vial, realiza múltiples acciones que abordan la prevención de siniestros desde diferentes aristas en todo el territorio provincial. Operativos de fiscalización y controles en las rutas, capacitaciones a docentes, agentes de tránsito y profesionales de la salud, campañas de concientización para adolescentes y jóvenes, difusión de informes diarios con la actualización permanente sobre el estado de transitabilidad, y recomendaciones en los medios de comunicación, confección de informes estadísticos sobre los índices de siniestralidad, presencia de Stand móvil con juegos infantiles de educación vial en ferias, fiestas, y eventos provinciales.

Todos podemos contribuir con nuestras acciones, cualquiera sea el lugar que ocupemos en la sociedad, para evitar siniestros de tránsito. Sólo debemos tomar conciencia de que si bien la discapacidad no mata, trunca vidas, sueños, proyectos.

A pesar de que esta problemática debe abordarse desde distintos ángulos, lo fundamental es apelar a la responsabilidad y el compromiso individual de cada sujeto.
Por todo lo expuesto, desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial se recuerda la vital importancia de conducir con la mayor prudencia posible, respetando rigurosamente las reglas y señalizaciones de tránsito, y evitando todos aquellos factores que dispersan la atención y concentración de los conductores.