“Cuando asumimos en el Ministerio de Seguridad, una de las políticas implementadas fue el secuestro de armas de fuego para evitar que las resoluciones de conflicto violentos tengan finales trágicos. Lejos de ser una acción aislada, es una parte de la política de gestión que arroja resultados como, por ejemplo, un descenso de los homicidios dolosos en el departamento La Capital”, manifestó el ministro Maximiliano Pullaro.
Por su parte, el jefe de la Unidad Regional I, director de Policía Luis María Siboldi, destacó “la tarea desplegada en toda su complejidad, en un territorio extenso y vasto, con análisis particular sobre modalidad y ejecución de delitos contra las personas y la propiedad, con construcción y análisis de mapas de todos los delitos, bandas criminales, armas usadas y condiciones favorables para la actividad delictiva”. Asimismo, destacó el "trabajo policial conjunto, permanente, complementario y correlativo entre la URI y nuestros pares limítrofes, así como con las fuerzas federales”.
CIFRAS
De acuerdo al informe, en el relevamiento mensual, los períodos con mayor cantidad de secuestros de armas fueron enero con 101, junio con 98, abril con 89, mayo con 87 y marzo con 86.
De las 912 armas de fuego secuestradas hay 286 revólveres, 216 “tumberas” o armas de fabricación casera, 181 escopetas, 165 pistolas, 34 carabinas, 14 pistolones, 8 rifles de aire comprimido, 5 rifles y 3 fusiles.
Los barrios donde se produjeron más secuestros son Santa Rosa de Lima (48), Colastiné y Colastiné Norte (39), Barranquitas (35), Alto Verde (32), Recreo (29), San Lorenzo (28), Yapeyú (25), y la zona céntrica de Santa Fe (9), mientras que en la ciudad de Santo Tomé se secuestraron 19 armas de fuego y en la comuna de Sauce Viejo, 16.
Los trabajos que permiten alcanzar estos los resultados parten de una política pública desarrollada desde el Ministerio de Seguridad, en conjunto con la URI y la Jefatura de Policía de la provincia.
