El gobernador Miguel Lifschitz participó este sábado en Rosario de la cena de fin de año del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Santa Fe, sede local.
"Fue un acierto darle vida a esta institución y desarrollarla a lo largo de los años. Porque más allá de que hay una actividad comercial y un servicio que se presta a los ciudadanos, hay también un rol profesional. Cada uno de nosotros cuando tenemos que vender, comprar o alquilar normalmente recurrimos a algún profesional de confianza o empresa reconocida", expresó Lifschitz.
"Es importante defender la profesión a través del Colegio para evitar el avance de grandes empresas multinacionales que tiene otros objetivos y buscan la ganancia rápida y nos hacen perder esa relación directa con el cliente. Este es un valor que tenemos que resguardar. Esto hace a nuestra identidad".
"Hemos tenido un año complejo, sin embargo el mercado inmobiliario de la ciudad y la provincia ha demostrado una dinámica que se sostiene por el trabajo profesional de ustedes y porque esta ciudad y la provincia tienen grandes desarrolladores que siguen apostando a la inversión privada y movilizando la inversión inmobiliaria".
"Pensando a futuro y mirando la experiencia hacia atrás es que la mejor receta para tener un mercado inmobiliario transparente es la seguridad jurídica y aumentar la oferta de viviendas. Cuanto más viviendas construyamos más bajo van a ser los alquileres", sostuvo Lifschitz, y agregó: "La posibilidad del acceso a la vivienda a las familias de clase media y trabajadora es el desafío por delante".
SOBRE EL COLEGIO DE CORREDORES INMOBILIARIOS
El 18 de noviembre de 2010 fue sancionada la ley 13.154 (art 17). Publicada en el Boletín Oficial el 17 de febrero de 2011, da origen al Colegio de Corredores Inmobiliarios de Santa Fe.
Esta fue la conclusión de la gesta iniciada por las cinco cámaras inmobiliarias de la provincia, que había comenzado en 1999 con la sanción de la ley 25.028 -modificatoria de la ley 20.266- que estableció a nivel nacional el “Régimen legal de Martilleros y Corredores”.
En 2003, se elaboró el primer proyecto de colegiación, que debido a la oposición de un grupo de martilleros, perdió estado parlamentario. A pesar de este primer obstáculo, las entidades con sedes en Rosario, Rafaela y Santa Fe continuaron trabajando en la creación de una norma adecuada a la legislación nacional e internacional, que permitiera regular y jerarquizar la profesión.
