Al respecto, el coordinador de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Cococcioni, aseguró que “actualmente, más del 90% de los reclusos de la provincia de Santa Fe se encuentra en Unidades Penales, custodiados por guardia cárceles formados para ello. Los recursos policiales, tal como lo marca el ministro Pullaro, deben estar en la calle patrullando y cuidando al vecino”.
Cococcioni realizó una recorrida por las obras, junto a Juan Manuel Martinez Saliba, de la secretaria de Asuntos Penitenciarios; y Lucía Masneri de Relaciones Institucionales.
Por su parte, Martinez Saliba expresó que “el trabajo fue inmenso en todos los sentidos, no es fácil cambiar un paradigma para modernizar algo tan grande como el Servicio Penitenciario en toda la provincia. A estas obras de acá, hay que sumarles la planta de residuos cloacales en Coronda, el nuevo pabellón en Santa Felicia en el norte provincial que duplica la capacidad de población penal, la capacitación, la inversión en tecnología, en los uniformes, en el armamento. Esperemos que la próxima gestión tenga al servicio penitenciario con prioridad de gestión, la inversión fue muy grande para tener lo que hoy tenemos”.
UNIDAD PENITENCIARIA N°3
En 27 de Febrero al 7900, al oeste de la ciudad de Rosario, se levanta el nuevo complejo penitenciario, uno de los más modernos de la Argentina. Por el momento contiene a la nueva cárcel de mujeres (UP5) (primera de su tipo construida en la historia de la provincia) y la nueva alcaidía donde son destinados los detenidos recientes antes de ser derivados a la unidad donde pasarán su condena. La UP5 representó un hito en cuanto a política carcelaria, ya que durante mucho tiempo las reclusas debieron convivir en un edificio en ruinas ubicado en calle Thedy al 300, en los altos de la Comisaría 8ª, también trasladada.
Cuenta con pabellones con capacidad para 40 internas cada uno, un pabellón de aislamiento con capacidad de ocho plazas,un pabellón de madres con capacidad para diez internas con sus hijos (hasta los cinco años de edad) con Jardín de Infantes y un edificio para Área Social, con distintas actividades afines (talleres, escuela, etc.). De la misma manera, la alcaidía se construyó con todos los requerimientos que los tiempos de hoy ameritan, tanto en materia de seguridad como en disposición de zonas para el personal del Servicio. Sala de Monitoreo, espacios regulados.
“Tanto la alcaidía como la cárcel de mujeres permitió avanzar en el plan de dejar las comisarías libres deapresos. A tal punto es así que hoy en el departamento Rosario existe un solo preso en una seccional y está ahí por orden judicial.” , destacó Cococcioni .
La tercera fase del complejo se levanta detrás de la UP5 y está destinado a reemplazar a la vieja Unidad 3 que hoy se ubica en la manzana de Zeballos, Suipacha, Montevideo y Richieri. Un edificio de principios del siglo pasado donde se aloja a los reclusos de menor peligrosidad que ya están a punto de recibir la libertad. El fin de la obra está previsto para mediados del 2020, actualmente está construido el 55% de su estructura y el monto de obra estimado en agosto de este año rondaba los 500 millones de pesos.
La UP3 ocupa cerca de 5000 metros cuadrados, en una zona que hasta ese momento era de difícil acceso. La inversión total de la obra del complejo es de aproximadamente $ 1.200.000.000 comprendiendo una superficie total de 70.000 metros cuadrados, con una superficie construida de 18.000 metros cuadrados. Una vez terminada la UP3 y trasladados los reclusos de la vieja cárcel al nuevo complejo, no quedará en el sur de la provincia ninguna Unidad Penitenciaria que tenga más de 20 años de antigüedad. “Hay que ver el panorama completo”, explica Cococcioni. “Hoy, 27 de Febrero se pavimentó hasta el final, de la misma manera que las calles que circundan el predio, llevando también una mejora sustancial a los vecinos de los barrios. Con el tiempo se irán sumando servicios y el paisaje del lugar cambiará para mejor”.
“Pasamos de comisarías abarrotadas de presos y policías ocupados en cuidarlos, a un Servicio Penitenciario con plazas para absorber toda la demanda (más de cinco mil en toda la provincia). El número de saturación de población penal; es muy bajo y si tenemos en cuenta que también nos hacemos cargo de presos federales que no nos corresponden y rara vez nos pagan, esa saturación desaparece”, culminó Cococcioni.
