Se trata de un torneo deportivo basado en la asistencia de jóvenes a través del programa Juventudes incluidas del Ministerio de Seguridad, tomando como ejemplo la competencia futbolística “Tercer tiempo”, en la ciudad de Santa Fe.
Del mismo tomarán parte chicos de entre 11 y 14 años divididos en dos categorías, totalizando 180 participantes aproximadamente, para lo cual se trabajará con más de diez vecinales.
COORDINACIÓN
Del encuentro participaron el subsecretario de Coordinación de Políticas Preventivas, Fernando Peverengo; el director de Seguridad en Espectáculos Deportivos y Eventos Masivos, Fabio Mudry; el director de Planificación y Evaluación de Seguridad Comunitaria, Fernando Demiryi; la secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Sunchales, Raquel Carrer; y la directora de Deportes y Celebraciones, Marilina Grande.
Peverengo destacó que “cuando hablamos de la importancia de la prevención en materia de seguridad hacemos referencia también a la necesidad de inclusión y ese es nuestro principal objetivo en la creación del torneo que tiene características particulares, como por ejemplo, un manual de conductas que los participantes deben tener dentro del campo de juego y que apunta a la creación de buenos hábitos de conducta que luego se reflejarán en la vida cotidiana de los chicos”.
Dentro de los aspectos destacados del certamen, los participantes firman un acuerdo de convivencia que, de ser incumplido, determinará la expulsión de la competencia. Además se ha definido que los equipos que no reciban tarjetas durante un partido sumarán un punto mientras que los que tengan participantes sancionados se les descontará un punto.
PROMOVER LA CONVIVENCIA
Juventudes incluidas es un programa que trabaja con jóvenes en contexto de vulnerabilidad para proveerles oportunidades de desarrollo personal alejadas del delito y la violencia. En ese sentido, una de las líneas centrales de abordaje es la promoción de la convivencia pacífica.
En referencia a estos programas, Demiryi destacó que “con estos torneos trabajamos de manera directa con las instituciones barriales y los chicos que participan, no solo en la inclusión a través del deporte sino relevando las necesidades de salud, educación, etc. que cada comunidad presenta en particular, permitiendo al Estado una entrada directa y una presencia efectiva en promoción de derechos”.
