Las tareas de finalización de la obra del monumento al “Grito de Alcorta” iniciaron este lunes y se prevé que estén concluidas para el próximo 25 de junio, fecha en que se cumple un nuevo aniversario de ese acontecimiento de la historia argentina.
El monumento se ubica en la Ruta Provincia 90, al sur de calle Alberdi, entre Nicolás Notarpascuale y Camino Público de la localidad de Alcorta. Cuenta con una superficie de unos 400 metros cuadrados y tiene una primera etapa ejecutada que esta consta de base de hormigón, estructura de base metálica y cerramientos en hormigón armado.
EL MONUMENTO
Celebra la gesta agraria de los pequeños y medianos arrendatarios rurales conocida como el Grito de Alcorta, una rebelión que sacudió el sur de la provincia de Santa Fe y se extendió por toda la región pampeana. Con centro en el pueblo de Alcorta, el evento marco la irrupción de los chacareros en la política nacional del siglo XX, dando origen, además, a su organización gremial representativa: la Federación Agraria Argentina.
SOBRE EL PROYECTO
La realización del proyecto estuvo a cargo de un equipo dirigido por el arquitecto Claudio Vekstein, quien cuenta con trayectoria y experiencia en el diseño de espacios públicos conmemorativos y monumentos, tanto en nuestro país como en el exterior, y es docente sobre la temática en la Arizona State University y la Universidad Torcuato Di Tella.
El objetivo del proyecto es contar con un espacio que no solo rememore sino que también celebre al Grito de Alcorta de manera presente y activa, sirviendo como ámbito cotidiano de encuentro ciudadano. Para eso se pensó en un edificio donde puedan desarrollarse programas públicos culturales y así se proyectó un auditorio para eventos, cine, teatro y exposiciones.
La obra incluye una plaza cívica exterior que permite el desarrollo de actos recordatorios de la gesta, un auditorio o sala de video con capacidad para 150 personas y una galería o pequeña sala de exposiciones donde se ubican los objetos recordatorios provenientes de las provincias argentinas y que servirá como centro de interpretación de las mismas.
En su cara norte posee un plano ligeramente inclinado de gran escala que articula -por medio de pórticos metálicos, bastidores y papelería premoldeada de resina reforzada con fibra de vidrio y tela de arpillera- las tradicionales “estibas” de bolsas de maíz que los productores apilaban a la intemperie.
El edificio ofrece, además, otras funciones interiores más privadas en su pabellón lateral oeste: salas de oficinas y sanitarios que sirven para los grandes eventos en el exterior o interior del edificio. Este pabellón de estructura de hormigón armado y perfilaría de acero queda terminado con paneles fenólicos de madera que calan en su superficie las espigas de trigo.
Desde las terrazas descendientes por sobre las oficinas y sanitarios, a las que se accede por una rampa exterior por el este o una escalera por el oeste, se podrán contemplar diferentes vistas, así como también podrán ser utilizadas como escenario para montar espectáculos o actos públicos que se extenderán por el espacio cívico o anfiteatro al aire libre.
El predio será parquizado con especies arbóreas como el ibirá pitá, un bosque de álamos italianos y plateados, y gramíneas como la stipa. Además, contara con senderos iluminados y bancos.
