Con el Plan Abre Familia como herramienta, los equipos territoriales de la provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario comenzaron esta semana a relevar casa por casa a los vecinos de Las Flores Sur. Familia por familia, los encuestadores toman nota de cada una de las situaciones particulares, detectando necesidades vinculadas a la seguridad social, falta de documentación, dificultad de acceso a educación, salud y capacitación laboral, seguridad alimentaria, cultura y deporte, la convivencia y la seguridad.
“Saber cuál es la situación de cada núcleo familiar nos permite poder llegar de manera focalizada con todos los dispositivos del Estado a cada uno de los vecinos para mejorar su calidad de vida y la de su entorno, y de esta manera contribuir también a la prevención de la violencia y garantizar la seguridad", sintetizó la subsecretaria de Plan Abre Rosario, Cecilia Mijich.
"Abre Familia es la manera que tenemos de estar más cerca de quienes más lo necesitan. Lo que buscamos es llegar al corazón de cada hogar, conocer su situación, y poder recuperar el vínculo y la confianza de las personas con las instituciones del Estado, y al mismo tiempo, el orgullo de ser parte de su propio barrio”, sostuvo la funcionaria, quien agregó: “Queremos que los vecinos se apropien de todos los dispositivos, que lleguen a atenderse en un centro de salud, que los niños vayan a la escuela, que puedan recibir cobertura de seguridad social, capacitación en oficios, gozar de servicios de luz y agua de calidad, y contribuir a mejorar la seguridad y convivencia en cada barrio”.
El secretario de Gobierno municipal, Gustavo Leone, remarcó que "el trabajo que estamos llevando a cabo en cada barrio es complejo y si bien siempre falta, llegar a cada familia, escuchar su necesidad y hacer uso de las herramientas que tenemos como Estado para mejorar su calidad de vida se vuelve fundamental en un contexto social como este”.
El funcionario municipal coincidió con Mijich en la necesidad de “mejorar la cercanía con los vecinos”, y afirmó que “integrar todos los barrios y vecinos es un desafío y para lograrlo, la infraestructura de servicios básicos es una condición necesaria para que cada uno cuente con una mejor calidad de vida".
Los equipos territoriales que recorren calles y pasajes de Las Flores Sur, golpeando puerta por puerta, están conformados por unos 40 trabajadores municipales y provinciales, algunos de ellos integrantes de las propias instituciones del Estado enclavadas en el barrio, donde funcionan cinco escuelas, dos centros de salud, un centro de emprendedores, un polideportivo y un Centro de Convivencia Barrial. En los primeros tres días de relevamiento, encuestaron unas 150 familias, y a partir de esta información, se las orienta para que puedan encontrar respuesta a sus necesidades. La interacción entre los equipos es una dinámica conocida por los actores del barrio, ya que regularmente se reúnen en una Mesa Barrial coordinada desde el Centro Municipal de Distrito Sudoeste.
El Plan Abre Familia surgió a mediados de 2016 por iniciativa del gobernador Miguel Lifschitz, con el objetivo de darle un nuevo abordaje a la problemática social a partir del Plan Abre. Se trata de un programa de Cuidado Integral de la Familia, que busca mejorar la calidad de vida de la población donde interviene y reducir los niveles de violencia en esos territorios desde un enfoque de derechos.
Entre sus objetivos están asegurar a cada familia el acceso a derechos fundamentales y prestaciones básicas, fortalecer la referencia de los vecinos con la red de instituciones territoriales, acompañar de forma personalizada a familias en situaciones críticas, y disminuir la violencia social en sus diferentes manifestaciones.
La de barrio Las Flores Sur es la tercera intervención del Plan Abre Familia en Rosario. El año pasado se comenzó en Santa Lucía y La Palmera, y luego prosiguió en barrio Polledo.
En la actualidad, el Plan Abre está presente en 33 barrios de Rosario con obras de infraestructura estratégicas, vinculadas a la mejora del hábitat, el equipamiento barrial, el saneamiento y al acceso a luz y agua seguras, el fortalecimiento de las redes sociales del barrio promoviendo el encuentro, la participación y la convivencia en el espacio público, como estrategias para prevenir la violencia y garantizar la seguridad ciudadana; la implementación de dispositivos interministeriales orientados al abordaje de las trayectorias de vida de los niños, adolescentes y jóvenes para promover su inclusión social, cultural, educativa y laboral, generando y fortaleciendo sus lazos familiares, institucionales y entre pares; y el impulso de Mesas de Gestión Barrial como espacios de participación ciudadana y de diálogo con autoridades locales y provinciales, a fin de priorizar en conjunto los problemas a resolver.
CASA POR CASA
Una de las trabajadoras que recorre con su pechera verde el barrio es Eugenia, quien señaló que en el contacto cara a cara con los vecinos los “recibieron muy bien, ellos mismos se fueron contando qué estaba pasando en el barrio, y lo que al principio parecía una novedad, se convirtió en algo habitual, y ya nos invitan con mate y todo”.
En sintonía, Ángeles, otra de las integrantes de los equipos que recorren el barrio, destacó que observa en los vecinos una apertura que tal vez en otro momento no había: “La gente nos cuenta sus necesidades de forma muy amena y lo que destacamos nosotros es que nunca hubo un rechazo”.
