El Ministerio de Salud provincial, junto a la secretaría de Salud Municipal de Rosario y el Comité de Infectología de la Sociedad de Pediatría de esa ciudad, participó este viernes, de una jornada de actualización destinada a mejorar la atención en casos de niños afectados por tuberculosis (TBC).
El encuentro, realizado en el salón Walsh de la Sede de Gobierno en Rosario, tuvo como objetivo fortalecer estrategias para resolver una demanda prioritaria que acontece en la atención de niños enfermos de tuberculosis. Participaron más de doscientas personas entre médicos expertos y numerosos equipos de salud provinciales y municipales que intercambiaron información y estrategias para resolver la problemática que sigue siendo causa de enfermedad, sufrimiento y muerte entre las personas.
Al referirse al encuentro, el responsable de TBC zona sur, Ernesto Careno, hizo hincapié en que “es necesario que los médicos piensen esta enfermedad, porque en el caso de los niños si no se la piensa no se diagnostica, y si no se diagnostica, el paciente evoluciona y contagia”.
Del mismo modo, agregó que "en estos tiempos se exige que cada uno de los actores de la salud actúen con alto profesionalismo y se capaciten de manera permanente dado que sumar valor al conocimiento permite moldear las herramientas y tener un diálogo común haciéndolo más eficiente para resolver los desafíos que impone esta enfermedad en los niños que son afectados de tuberculosis por entrar en contacto con un adulto, pero no la trasmite".
Por su parte, el secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana, expresó que “la tuberculosis se sostiene a lo largo de las últimas décadas, y habrá que mirar bajo la lupa la realidad que nos toca vivir dado que la distribución no es igual, eso está ligado fundamentalmente a las condiciones de vida de la población, sus sufrimientos subjetivos, el trabajo, la vivienda, los servicios sanitarios. Esto refleja que todavía sigue vigente un modelo explicativo que nos advertía Ramón Carrillo”.
“Por eso es bueno discutir que se deberá hacer territorialmente, porque desde la ciencia está abordado su compromiso, falta aún resolverse desde la necesidad de pensarlo integralmente, y seguramente la clínica será más eficaz si ponemos el abordaje desde una perspectiva intersectorial”.
Por último, Caruana señaló que “el problema de la tuberculosis, en general no es un problema técnico, es un problema político que debemos atender con una mejor articulación de los servicios, con integralidad en cada intervención y resolver los problemas de manera intersectorial. Ojalá que esta jornada provoque nuevos conocimientos, pero sobre todo que estén en línea que nos permita reconocer al otro como sujeto de derecho y nos haga interpelar sobre lo que diariamente hacemos”.
LA JORNADA
En el transcurso de la jornada se analizaron “Métodos de diagnóstico, tratamiento y profilaxis de la tuberculosis”, “Generación de nuevos espacios para actualizar y debatir la complejidad en la atención de la TBC”; “Abordaje y tratamiento de grupos familiares de niños y adolescentes enfermos de tuberculosis”.
También, los expositores analizaron el programa a través de nueve disertaciones tales como “El diagnóstico bacteriológico de la tuberculosis: Muestras, transporte y su conservación, cultivo”; “Herramientas de diagnóstico: Clínica e Imágenes”; “Tratamiento de la tuberculosis sensible y la multiresistente”; “Reacciones adversas a fármacos”; “TBC Pulmonar y Extra pulmonar”; “Programa de tuberculosis”; “Supervisión de tratamientos, adherencia, y la sujeción al programa”. Además se produjeron interesantes debates sobre algunos casos clínicos emblemáticos.
LA ENFERMEDAD
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa –prevenible y curable– que se transmite por el aire. Los enfermos que eliminan bacilos con el catarro -enfermos bacilíferos- pueden contagiar a otras personas al toser.
En el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca disminuir esta enfermedad y reducir su prevalencia y mortalidad, con la finalidad de eliminarla como problema de salud pública en el mundo.
La incidencia de casos a nivel mundial desde que se conoce la enfermedad bajó un 50% por el solo hecho de producirse una mejora en la calidad de vida de las personas. En 1940 aparecen los medicamentos de la tuberculosis, desde entonces ha bajado a la mitad su incidencia, y eso es producto de sacar a la población del hacinamiento, incorporar agua potable, establecer redes cloacales y resolver las necesidades básicas insatisfechas.
La tuberculosis es un problema actual de la sociedad y todos pueden padecerla. Si una persona presenta tos y catarro que se prolonga durante más de 15 días debe concurrir al médico para realizar un diagnóstico y, en caso de padecer la enfermedad, deberá realizar el tratamiento con antibióticos que son gratuitos para todos los enfermos y que deben ser tomados de forma completa durante el tiempo prescripto y de esa forma todos los enfermos que realizan el tratamiento se curan y así, se evita el contagio a otras personas.
PROTEGER AL RECIÉN NACIDO
En cuanto a la protección del recién nacido, Careno recordó que “es fundamental que todos los niños recién nacidos sean inmunizados con la vacuna BCG antes del alta de la maternidad, ya que esta vacuna aumenta las defensas contra el bacilo de la tuberculosis impidiendo que el niño desarrolle una enfermedad grave que le produzca la muerte o secuelas permanentes”, y aseveró “la vacuna protege a los niños de las formas más graves”.
“A veces el médico llega tarde a enfrentar a la enfermedad, porque el paciente consulta tarde, y con ello contagia a su entorno familiar y laboral. Hay que buscar al paciente asintomático respiratorio, aquel que con más de 15 años de edad presenta tos, catarro por más de 15 días debe consultar a un servicio de salud para saber si se trata o no de la tuberculosis”, sentenció Careno.
RECOMENDACIONES
<< La tuberculosis puede ser controlada pero requiere la colaboración de parte de toda la comunidad.
<< Los estudios para descartar o confirmar una tuberculosis, así como el tratamiento, son gratuitos y pueden solicitarse en cualquier servicio de salud municipal o provincial.
<< El diagnóstico precoz y el tratamiento correcto de la tuberculosis garantizan la curación de la enfermedad y detienen el foco de infección.
<< El tratamiento de la tuberculosis dura como mínimo seis meses. El enfermo mejorará rápidamente pero, aún así, deberá completar el tratamiento hasta finalizarlo. Las personas enfermas que abandonan el tratamiento o toman la medicación en forma irregular, tienen mayor riesgo de recaídas, de resistencia a los medicamentos habituales y de muerte.
<< El tratamiento correcto de la tuberculosis disminuye las posibilidades de contagio. El enfermo deja de ser contagioso aproximadamente a las dos semanas del inicio del mismo.
PARTICIPANTES
El evento contó con la participación, además, de autoridades provinciales y municipales de salud; coordinadores de los Rosario y Venado Tuerto, jefes del servicio de Infectología del Hospital Garraham de Buenos Aires; coordinadores de los consultorios externos del Instituto de Tisioneumonología “Raúl Vacarezza”, perteneciente a la UBA, médicos pediatras, generalistas, clínicos, de familia y personal de enfermería de hospitales y centros de atención primaria.
