A partir de la determinación del gobernador Miguel Lifschitz y la intendente Mónica Fein, de trabajar en forma conjunta con el Ministerio de Público de la Acusación (MPA) destinando los recursos necesarios, ya comienza a visualizarse la transformación social, urbana y estructural en el barrio Grandoli y Gutiérrez en el Distrito Sur de Rosario.
Las gestiones de todas las áreas que trabajan de forma integral apuntan a terminar con las situaciones de violencia y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
En la primera etapa de trabajo, que ya lleva dos meses, las tareas se concentran en el sector que incluye calles Lola Mora, Hipócrates, Sánchez de Thompson y Grandoli, donde ya se recuperaron tres espacios públicos comunes como plazas y senderos, que cuentan con nueva iluminación. Además, se refaccionaron espacios compartidos en las torres y los vecinos se organizan en consorcios para seguir comprometidos con el mejoramiento de sus viviendas. A esto se suma 74 procesos de escrituración en marcha.
“Eran barrios complejos desde el punto de vista de la violencia urbana, en los que ahora estamos trabajando con equipos sociales, Fiscalía y la Policía de Investigación”, precisó el gobernador Miguel Lifschitz, y agregó: “Hay que restituir el rol del Estado. Sabíamos que aquí teníamos que dar un paso más, estar presentes y coordinados con la Justicia para hacer cumplir las normas y garantizar los derechos”.
Fein, por su parte, sostuvo: "Entendimos que no podíamos solos; que además de la acción de la justicia y las fuerzas provinciales debíamos recuperar espacios públicos, acompañar a los comerciantes y hacer que los vecinos y vecinas vuelvan a disfrutar de la tranquilidad del barrio".
"Cuando el Estado está presente y marca las reglas de juego, hay un barrio más ordenado. Hablamos con cada vecino para que sepa que no lo íbamos a dejar solo. Hoy, ver este resultado nos llena de alegría", finalizó la intendente.
MEJORAS URBANAS Y TRABAJO SOCIAL
A la par de las obras y mejoras, los equipos territoriales realizan un fuerte trabajo social, familia por familia, para generar un entorno más acorde y confortable para quienes viven en este sector que comprende cerca de mil viviendas.
Las intervenciones urbanas consisten en la limpieza y acondicionamiento de calles, iluminación y desocupación de construcciones ilegales que permiten recuperar espacio público. En ese sentido, se derrumbaron cocheras, locales comerciales y construcciones ilegales en más de 100 espacios comunes, que ocupaban calles y veredas.
El control vehicular fue un eje importante de trabajo, ya que se intimó a los propietarios de 75 unidades que estaban depositadas sobre pasos peatonales y 22 de ellas fueron derivadas al corralón municipal. También se mejoró la circulación.
Por otra parte, se profundizó la limpieza integral con el retiro de escombros, la poda baja de los árboles y la extracción de arbustos secos; y se colocaron bancos y juegos en las tres plazas que se ubican entre las torres 8, 14 y 15.
Las mejoras en iluminación permiten generar sectores más seguros, logrando que las personas puedan circular mejor y a toda hora por las calles y espacios del barrio. Para ello, se potenció la luminaria completa con la colocación de 80 artefactos.
REGULARIZACIÓN DE VIVIENDAS
La puesta en marcha de un plan de regularización de viviendas permitió concretar 225 entrevistas gracias a las cuales, 74 familias ya regularizaron y 22 de ellas están realizando la escrituración por primera vez en la historia.
Entre los trabajos de intervención de las viviendas, se destacan los arreglos de acondicionamiento de las escaleras y palieres, de las instalaciones eléctricas en las torres y la impermeabilización de los techos y terrazas.
Avanzado en la conversación con los vecinos, se logró la conformación de los primeros consorcios de las torres E, con 35 personas en la asamblea de vecinos, 3 y 5. Y se encuentran en marcha, tres nuevos consorcios.
