El proyecto, que contempló la duplicación de las trazas de ambas arterias y trabajos complementarios de desagües pluviales, beneficiará la conexión vial entre el centro de Rosario y el aeropuerto, además de ser una obra clave para agilizar la fluidez del tránsito en los accesos a las localidades de Funes y Roldán.
Los trabajos realizados requirieron una inversión de 90 millones de pesos, ejecutados con fondos provinciales.
Al respecto, el ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay, manifestó que “dentro del programa de infraestructura para municipios y comunas que llevamos adelante desde el gobierno de Santa Fe hemos trabajado con todas las localidades en el acompañamiento de obras que son trascendentes para cada lugar. Este proyecto en particular, es una iniciativa municipal que fue financiada por la provincia de Santa Fe”.
Por su parte, en relación a la apertura del Puente Sorrento, el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Rosario, Raül Álvarez, explicó que se llevaron adelante las gestiones y permisos necesarios junto a Vialidad Nacional para lograr la habilitación vehicular de dicho tramo. “La remodelación de Avenida Sorrento es una obra estratégica que posibilita, en conjunto con la apertura del puente, generar mayor fluidez y descomprimir el tránsito de ese sector, al cuál en breve se sumará la nueva avenida Newbery”, expresó.
LA OBRA
El proyecto contempló la ejecución de la calzada sur mediante un pavimento de hormigón de 7,50 m de ancho con cordón integral. Además, la arteria incluyó cantero central y en sus extremos se construyeron banquinas de pavimentos flexibles y barandas metálicas.
Entre los trabajos previstos, se ejecutaron ciclovías de dos metros de ancho con cordones embutidos. Cabe destacar que actualmente sigue en ejecución la remodelación de la rotonda, nudo vehicular de Provincias Unidas y Sorrento. El proyecto consistió en la duplicación de la calzada con pavimento definitivo de hormigón, cantero central y ciclovías.
Ambas obras incluyen trabajos complementarios de desagües pluviales, alumbrado público, veredas, rampas, y señalización horizontal y vertical.
PLAN ABRE
Por otro lado, en el marco del Plan Abre, el gobernador recorrió distintas obras de integración urbana realizadas en el barrio de Sorrento y Cullen, acompañado por la subsecretaria del programa, Cecilia Mijich.
“El Plan Abre es un proyecto de transformación social muy importante, porque hay obras que las vemos, pero hay otras que quizás no, como las transformaciones sociales, con inclusión y lugar para que los jóvenes sean protagonistas”, explicó Lifschitz.
En ese sentido, Mijich aseguró que “es notorio el impacto de las obras del Plan Abre que se están realizando y que mejoraron notablemente la integración urbana. Además, están los espacios de talleres donde las mujeres están aprendiendo sobre estética, peluquería e incluso a leer y escribir”.
“La provincia expropió los terrenos de la zona y comprometió a todas las áreas de gobierno a trabajar en las obras y acciones que mejoren la calidad de vida de las familias que viven aquí. La mejora de los servicios, el programa Luz Segura, el Ingenia, entre otros tantos, impactan incluso sobre la convivencia”, precisó la subsecretaria.
También, en esos lugares, con los equipos del Abre Familia, compuestos por trabajadores de las escuelas, los centros de salud, distintas áreas de la provincia y el municipio de Rosario, se visitaron a cada una de las 500 familias para conocer su realidad y, de este modo, trabajar concretamente sobre sus necesidades.
“Las políticas sociales en cada barrio no son fórmulas enlatadas a las que se adaptan, son abordajes definidos en el territorio, junto a los trabajadores, que ponen el cuerpo todos los días, y las mismas familias”, sostuvo Mijich.
PUNTO ABRE
Además, en Sorrento y Cullen, se habilitó un espacio denominado “Punto Abre”, donde los vecinos se acercan con consultas y participan de las actividades y cursos disponibles.
Mijich contó también que con estas políticas unas “15 mujeres aprendieron a escribir con el método «Yo sí puedo», y hay un grupo de jóvenes mujeres que están tomando los cursos de estética y peluquería, y quienes además están formando un importante espacio de debate sobre las cuestiones que las atraviesan como mujeres”.
Ellas participaron del programa Ingenia y su proyecto fue seleccionado, lo que les permitió comprar el equipamiento para llevar adelante estos cursos: tijeras, secador de pelo, ruleras, planchita, peines, cepillos, esmaltes de uñas, accesorios y pinceles, entre otras cosas.
