Desde la organización del evento, expresaron que “volver a encontrarnos después de 12 años, y luego de una pandemia, significó un abrazo al movimiento del teatro popular, que tuvo que buscar formas diferentes de existir y llegar al público desde las pantallas. Volver a recibir las miradas de espectadoras y espectadores, fue recordarnos que el teatro es presencia, es aquí y ahora”.
“Los niñas, niños, adultas y adultos y nuevos públicos de los barrios, presenciaron algo que no hubieran visto de otra manera. Y sucedió por la unidad que logramos como movimiento popular, que supo mantenerse articulado durante todos estos años para llegar a esta instancia; y por el apoyo del Ministerio de Cultura”, indicaron.
Por último, destacaron que “este encuentro significó, también, reconocer viva la capacidad de organización de nuestro grupo A Puro Teatro y de las y los artistas de la provincia que se sumaron a este Entepola y que se reconocieron en la tarea de sentirse parte de algo tan grande”.
Asimismo, expresaron un particular agradecimiento al director provincial de Programación Artística, Claudio Cherep; y a la directora provincial de Programas Socioculturales, Mariana Escobar.
ENTEPOLA
Más de 60 funciones se realizaron en barrios de Santa Fe, San José del Rincón y Arroyo Leyes, bajo la consigna “A Puro Teatro”, con la participación de decenas de organizaciones territoriales y artistas populares.
Grupos teatrales de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, San Luis y Santa Fe, sumado a compañías de Venezuela y Uruguay, transitaron los escenarios del predio central de La Redonda y de 15 barrios que tuvieron como sedes espacios de la provincia (aleros y espacios culturales), vecinales, plazas y centro culturales territoriales.
Los aleros de Las Flores, Coronel Dorrego y Acería, los espacios culturales de Yapeyú, de San José del Rincón (Sapukay, la casa de Fernando Birri) y del Molino Fábrica Cultural, además de vecinales, centros culturales y espacios públicos de los barrios Cabaña Leiva, Las Lomas, San Lorenzo, Santa Rosa de Lima, Villa del Parque, Estanislao López, Centenario y Arroyo Leyes, se transformaron durante cinco días en escenarios del mejor y más variado teatro popular de nuestro país y la región.
