05/10/2018
Los chicos y docentes de dos escuelas que tienen cooperativas escolares cuentan cómo es gestionarla y qué aportes hacen a la formación de futuros ciudadanos con espíritu solidario.
Cuando los valores del cooperativismo se desarrollan en la escuela
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En la provincia de Santa Fe hay 118 cooperativas y mutuales escolares registradas por el Ministerio de Educación, tanto en el nivel primario como secundario, público y privado. Se trata de entidades organizadas dentro del ámbito escolar, integradas y administradas por los propios alumnos que actúan con orientación y asesoramiento de directivos y docentes de su establecimiento.
Dentro de ese centenar de cooperativas escolares se encuentra la de la Escuela de Educación Técnico Profesional y Secundaria Orientada N° 2058 “7 de Mayo” (Peñaloza 7216) de la ciudad de Santa Fe. Allí los estudiantes, mediante la cooperativa, administran y atienden el kiosco escolar, tienen una huerta, confeccionan pins y estampas en remeras y buzos con una máquina de serigrafía para que los chicos tengan sus remeras para usar en torneos, audiolibros para escuelas especiales, y procuran que todos los estudiantes tengan su propio uniforme porque hay quienes no pueden costearlo.
Mónica Houriet, la directora reemplazante de esta escuela que tiene 350 alumnos, indicó que los chicos están muy motivados con la cooperativa. “Llegué a la escuela hace cinco meses y me encontré con sillones hechos con paillets en el patio, decorados con almohadones, que hicieron ellos en la cooperativa. Aprendí con los alumnos qué es el cooperativismo porque contagian su interés a compañeros y adultos”, indicó.
A su lado, la docente guía de la Cooperativa Escolar Limitada “7 de Mayo”, Cintia Zampar, destacó el proceso de renovación del consejo de administración que está integrado por 19 estudiantes de la terminalidad técnica que ocupan los distintos cargos. “Al igual que sucede con los centros de estudiantes, los chicos arman listas y los socios de la cooperativa escolar -que son los alumnos de la escuela- votan para renovar el consejo. Es un proceso muy interesante de construcción de ciudadanía democrática”, dijo.
La docente consideró que tener una cooperativa en la escuela les brinda “un plus” a los adolescentes: “Más allá de atender las necesidades de los alumnos que provienen de barrios vulnerables como Las Flores, Pompeya, entre otros, ellos practican los principios y valores cooperativos y mejoran su autoestima. De esta manera, egresan futuros técnicos con una formación integral, que saben relacionarse con el otro, sentir empatía y solidaridad, además de haber aplicado en la práctica los conocimientos de marketing, costos, margen de ganancias, etc”.
CHICOS PROTAGONISTAS
Valentín Zapponi es alumno de 3er año y presidente del consejo de administración: “me encargo de que el grupo esté unido, que no haya problemas o que se solucionen pronto. Participar de una cooperativa te cambia mucho la manera de ver las cosas: de pensar el trabajo en equipo, de ir aprendiendo a tomar responsabilidades para un futuro laboral y cumplirlas”.
“Me gusta mucho porque es algo que no hacemos por obligación; uno tiene la conciencia de hacer las cosas de modo cooperativo, potenciando a un grupo”, definió el estudiante.
También Juliana Zamora, que ocupa el cargo de secretaria en la cooperativa, destacó: “yo me encargo de manejar las entrevistas, la organización de los viajes, documentación, buscar contactos con otras cooperativas, el control de las mercaderías del kiosco”. Al tiempo que aseguró que “desde que ingresé a 1er año quería participar de esto y ahora estoy feliz de ver que avanzamos en equipo y, si hay alguno que se frena, lo ayudamos entre todos”.
EN ROSARIO
Otra cooperativa escolar pertenece al nivel secundario del Complejo Educativo Alberdi (Bulevar Rondeau 1450), de la ciudad de Rosario, donde los chicos tienen “cooperativismo” como Espacio de Definición Institucional (EDI) en 1° y 3° año, además de llevar adelante “CEA Cooperativo”.
“Lo fundamental es que los chicos empiecen a experimentar desde los 12 ó 13 años, cómo es la actividad dentro de una organización, bajo la mirada del cooperativismo, es decir, con los valores y principios que tienen que ver con el trabajo en equipo, la solidaridad y ayuda mutua, la preocupación por los demás”, consideró la directora del secundario, Silvia Felchlín.
Entre los emprendimientos que se llevan a cabo desde la cooperativa está la gestión y atención de la librería del colegio -que funciona en los recreos-, así como la organización de eventos anuales como las “kermesses solidarias” en las que los alumnos preparan juegos y regalos que comparten en un día de jornada lúdica y recreativa con alumnos de escuelas de contextos vulnerables. También organiza anualmente la maratón a beneficio del Hospital Alberdi, una feria de microemprendedores y talleres de huerta.
Sandra Sandrini, profesora del espacio EDI Cooperativismo, explicó que los miembros activos de la cooperativa son los 220 estudiantes del nivel secundario, quienes a través del voto eligen año a año a las autoridades del consejo de administración, generalmente integrado por alumnos de distintos cursos que conforman listas y realizan campaña pre-electoral con el propósito de dar a conocer la propuesta de trabajo para el año de mandato.
“Los chicos adquieren aprendizajes en trabajo en equipo, desde la vivencia no sólo desde la teoría. Atender la librería les encanta porque se sienten adultos dentro de la escuela, que es un espacio contenido. Lo mismo con demás actividades que disfrutan enormemente como preparar mermeladas u organizar los regalos para chicos de otras escuelas”, indicó Sandrini.
“ME GUSTA PARTICIPAR”
Mina Molinato es alumna de 2° año y forma parte del consejo de administración de CEA Cooperativo. “Me gusta participar de la cooperativa porque aprendemos un montón en cuanto a lo solidario, ayuda mutua y otros valores. Te llena un montón cuando vas a las kermesses solidarias con chicos de otras escuelas: los sentís y ves re-felices y eso te llena a vos también”.
También Lucía Frutero, otra estudiante que forma parte de la cooperativa, dijo “disfrutar mucho de las actividades que hacemos afuera de la escuela. Son proyectos super-interesantes, donde nos conectamos con muchas personas y aprendemos a organizar un evento, coordinar juegos, entre otras actividades”.





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